Esta semana he leído dos novelas de autores norteamericanos que me encantaron, literatura con mayúsculas.
La primera de
Philip Roth (1933).
"Patrimonio. Una historia verdadera". No sé hasta que punto esta novela es autobiográfica porque está tan bien escrita que es difícil discernir. Roth nos relata la vida de su padre cuando se está acercando a la muerte y a partir de esa vivencia reflexiona sobre la relación que mantuvo con él, con su familia, sobre la muerte y la vejez y en como se va convirtiendo en padre de su padre.No es una novela devastadora sobre la muerte, es una historia dura y sincera.
Como narrador es impecable. Lo mejor que he leído de este autor tan galardonado.
Un libro fácil de leer y difícil de olvidar.
La segunda de
Wallace Stegner (1909-1993).
"En un lugar seguro". Esta novela es un canto a la amistad. Transcribo las palabras de una amiga, que es quien me lo recomendó: "Una novela sobre la amistad, la vida. Tiene momentos tristes, alegres, incluso un poco locos.Sugiere una pregunta, porque la amistad se convierte en perdurable?. Resumen, una delicia para leer".
Es una historia intimista y sencilla sobre la vida de dos parejas, ellos profesores de Literatura en la Universidad, ellas amas de casa y madres. Larry, uno de los personajes, que se convierte en escritor, es quien nos relata más de treinta años de sus vidas. Hay cantidad de citas literarias, de música, de poemas, se mueven en un ambiente culto. En el tercer capítulo, Larry nos cuenta un año que pasaron en Florencia, estudiando, escribiendo y deleitándose con el arte de esa ciudad. Es imperdible. Los personajes están bien definidos, con sus defectos y virtudes.
Es uno de esos libros para leerse de un tirón. Una maravilla.
Para aquellos que disfrutan con un libro de trama policial, con asesinos en serie, intriga y suspenso, éste es el libro del año.
